…para mi amiga Betza…
Y ahora Betza, por un momento, nos detendremos en el I Ching, Yijing o I King, que es “El Libro de las Mutaciones”, de contenido taoísta y de carácter oracular, escrito hacia el 1.200 A.C. La filosofía del I Ching supone un universo regido por el principio del cambio y la relación dialéctica entre los opuestos, un universo que nunca presenta una situación en la que no esté incluido el principio contrario al rector del signo. Los cambios se suceden de manera cíclica, lo cual muestra claramente el concepto taoísta del Yin y Yang, “La Gran Polaridad”, dos fuerzas opuestas y complementarias. En su aspecto cosmogónico, el I Ching describe un universo en el que la energía creadora proviene del cielo, en tanto la tierra es receptora y fecundadora de esa energía primaria.
Recuerda que tu posición es tal que Bai Hui te conecta con el cielo, mientras que Yongquan te mantiene firme en tierra; pronto empezará el movimiento originado por Yin y Yang. el I Ching considera el cambio como la única realidad existente y la materia es sólo una manifestación pasajera de un principio más profundo.
El Taiji es el principio generador de todas las cosas según la filosofía china tradicional. De él surgen el yin y el yang. Con frecuencia considerado como equivalente del Tao. En un comentario del I Ching se dice:
«Las mutaciones tienen un gran extremo, del que nacen los dos aspectos (el yin y el yang), de los que a su vez nacen cuatro figuras, de las que a su vez nacen los ocho trigramas que determinan lo favorable y lo desfavorable, y de las que nacen los acontecimientos humanos».
Y entonces, llegamos al Taijitu, el conocido símbolo del Yin y Yang, y que representa el papel principal del principio li (理), la oposición del Yin y el Yang y la circulación del Qi, o energía vital. Su representación simbólica más conocida es la que bien conocerás y mostramos a continuación.
Por contraposición, para representar el wuji se utiliza un círculo completamente blanco, representando un momento indiferenciado de las fuerzas del universo. Sin embargo, otras tradiciones afirman que el wuji no admite representación posible, pues simboliza la nada anterior al surgimiento del universo.
Pero antes de adentrarnos en la Teoría de Yin y Yang haremos un breve repaso al taoísmo o dadoísmo, que significa “La Enseñanza del Camino” y que es una tradición filosófica y espiritual de origen chino la cual enfatiza vivir en armonía con el tao o “El Camino”. Pasaremos a una cita para el I King elaborada por el famoso escritor argentino José Luis Borges:
<<El porvenir es tan irrevocable
como el rígido ayer. No hay una cosa
que no sea una letra silenciosa
de la eterna escritura indescifrable
cuyo libro es el tiempo. Quien se aleja
de su casa ya ha vuelto. Nuestra vida
es la senda futura y recorrida.
Nada nos dice adiós. Nada nos deja.
No te rindas. La ergástula es oscura,
la firme trama es de incesante hierro,
pero en algún recodo de tu encierro
puede haber un descuido, una hendidura.
El camino es fatal como la flecha
pero en las grietas está Dios, que acecha.>>
Y volviendo al Tao Te King, vemos como en uno de sus capítulos refleja la visión de la generación del mundo desde una perspectiva numérica:
<<El Tao genera al uno, el uno al dos, el dos al tres y, el tres, a los Diez Mil Seres.>>
El Tao representa la “Vía” o “camino” por el cual actúa la Totalidad o Consciencia Universal. Los “Diez Mil Seres”, representan la pluralidad y totalidad de los seres.
El conocido símbolo del Yin Yang viene del taoísmo chino. El Yin es el remolino oscuro y el Yang es el claro, y cada lado tiene un punto de color opuesto; nada es Yin absoluto y nada es Yang absoluto, cada uno contiene la semilla de su opuesto. El Yin y el Yang no son opuestos totales, pues son relativos el uno al otro, se complementan y se autogeneran.
Los taoístas creen que el universo está compuesto de energías, vibraciones y sustancia, que se comportan de diferentes maneras en contextos diferentes. Así, algo puede ser Yin o Yang dependiendo de muchos factores y el contexto. Así, mientras el árbol que crece es Yang, cuando se encuentra en su semilla inicial es Yin. La cresta de una ola es Yang y su seno es Yin. Yang es la cara soleada de una colina y Yin la cara umbría.
El freno es el Yin y el acelerador es el Yang. El Yang es más duro, fuerte y más rápido, pero uno se puede convertir en el otro, o son las dos caras de la misma moneda. Los rayos del sol son yang en comparación con las sombras. Lanzar la pelota es Yang, agarrar la pelota es Yin. En Yang empieza una acción y el Yin la recibe.
El Yin es el remolino más oscuro, femenino, pero contiene un punto blanco. Y el Yang es el claro, masculino, pero contiene un punto negro. El agua que fluye con calma en un río es Yin, pero cuando llega a la cascada es Yang. En definitiva, dentro de Yin podrás encontrar a Yang y, dentro de Yang, podrás encontrar a Yin.
El taoísmo nos enseña que hay un poder en el universo. Es más elevado, profundo y verdadero que cualquier otra fuerza, le llaman Tao, significa “El Camino”. El Tao tiene dos caras, a diferencia de otras religiones en donde el bien es separado del mal de forma excluyente. El taoísmo enseña que tenemos que aprender tanto del Yin como del Yang, y a diferencia de las religiones con dioses que son personales, la potencia más alta en el taoísmo no lo es.
Los taoístas creen que si una persona vive en armonía con el camino no tendrá que luchar contra el flujo natural del universo. Aprender a usar el Tao, de ello trata el taoísmo, y por eso debes conocer tu Yin a partir de tu Yang.
…Continuará…